Cuando hablamos de suelos de vinilo, encontramos algunas siglas (LTV, SPC o WPC) que nos indican los diferentes modelos de este tipo de pavimento, ideal tanto para pequeñas reformas en viviendas como para grandes obras en hoteles, comercios, tiendas, bares, etc.
Todos los suelos vinílicos se fabrican a partir de policloruro de vinilo, un material conocido popularmente como PVC, y ofrecen muchas ventajas: son resistentes a la humedad, fáciles de limpiar, flexibles, agradables al tacto, compatibles con suelo radiante, fáciles de instalar y manipular, y muy estéticos, con opciones de colores y diseños prácticamente infinitas.
Con la denominación genérica de “suelo vinílico”, nos referimos a los suelos LTV, que se comercializan en láminas y que están fabricados únicamente con policloruro de vinilo.
Sin embargo, en el mercado también encontramos suelos de vinilo SPC (llamados también “rígidos” por su núcleo duro, en el que se combinan piedra y PVC) y suelos de vinilo WPC (en cuya fabricación se utilizan virutas o serrín de madera y PVC).
Estos últimos han supuesto toda una revolución, ya que nos ofrecen lo mejor de los suelos laminados y los suelos vinílicos en un único producto.
Características del suelo vinílico WPC
Los suelos WPC (acrónimo de Wood Plastic Core/Composite) son un tipo de pavimento “híbrido”, compuesto por un porcentaje de madera y un porcentaje de polímeros de plástico de alta calidad.
Esta combinación les permite adoptar las mejores cualidades de ambos materiales (plástico y madera), convirtiéndose en una alternativa a los suelos LTV tradicionales.
En su composición, el suelo WPC tiene alrededor de un 60% de materiales celulósicos y un 40% de materiales plásticos reciclados de alta densidad.
Este porcentaje es lo que condiciona su calidad y durabilidad. De hecho, una de las principales características de los suelos WPC son sus excelentes propiedades estructurales, que hacen que sean mucho más resistentes a la humedad que los pavimentos de madera tradicionales.
Los suelos WPC también tienen una estructura más rígida que los vinílicos normales, por lo que son más duros, resistentes a las altas temperaturas y estables, ya que no transmiten imperfecciones en la base.
Respecto a su estructura, podemos distinguir cuatro capas diferentes:
- Capa inferior. Es la capa ubicada debajo de la pieza y es la encargada de proporcionar estabilidad y firmeza.
- Núcleo WPC. Esta capa es la que diferencia a los suelos WPC de los suelos SPC. Se trata de una base de composite extruida, de alta densidad y resistente al agua. Está compuesta por una mezcla de madera y plásticos, y es totalmente estable, por lo que no se expandirá ni contraerá por los cambios de temperatura.
- Capa media o decorativa. Es la capa que ofrece el diseño del suelo, normalmente con un acabado y una textura “realista” a imitación de materiales naturales, como por ejemplo la madera o la piedra.
- Capa protectora. Gracias a su grosor, la capa superior del suelo WPC, conocida también como “capa de desgaste”, facilita la limpieza del pavimento y lo protege de la decoloración, del exceso de humedad o de las manchas, proporcionándole una mayor vida útil.
Ventajas del suelo WPC
El suelo WPC es ideal para zonas húmedas y para regiones con temperaturas elevadas, ya que es sintético e impermeable, y no se ablanda ni se deforma ni con el agua ni con el calor.
Además, gracias a su construcción rígida y a su grosor dimensional (con resistencia AC5), también es una buena opción para locales comerciales o espacios que requieren un mantenimiento continuo con limpieza intensiva (hoteles, colegios, edificios públicos, centros comerciales, instalaciones deportivas, etc.).
Algunos de sus principales beneficios son:
- Fácil de instalar. El suelo WPC se puede instalar en grandes superficies, sin remates ni soportes, lo que ofrece acabados muy estéticos, sin apenas juntas. Además, al igual que otros suelos de L’Antic Colonial, dispone de sistema de clic, así que es rápido de colocar, resistente a la tracción y sin apertura entre uniones.
- Antideslizante. En este sentido, el suelo WPC ofrece todas las garantías de seguridad para el tránsito.
- Silencioso. Sobre todo si lo comparamos con los suelos laminados: la estructura del suelo WPC absorbe el ruido de los impactos y garantiza la máxima capacidad de reducción de sonido.
- Adaptable. Debido a sus características, este tipo de pavimento no necesita aclimatarse a la temperatura y a la humedad de su nuevo entorno. Además, sus prestaciones mecánicas se mantienen inalterables con el paso del tiempo.
- Ecológico. La mayoría de los suelos vinílicos WPC se fabrican con productos reciclados y de baja emisión, haciendo que este material sea amigable con el medioambiente.
- Resistente. Este tipo de pavimento se considera altamente resistente a impactos, peso, manchas, arañazos y desgaste por tránsito/uso.
En esta misma línea, los suelos WPC presentan muchos beneficios si lo comparamos con los vinílicos convencionales, entre ellos:
- Resisten mejor el agua y los cambios de temperatura, sobre todo cuando se colocan en continuo, es decir, sin juntas.
- No replican irregularidades, por lo que no es necesario que la superficie sobre la que se colocan esté totalmente nivelada.
- Son lo suficientemente rígidos como para soportar el peso de todo tipo de muebles sin sufrir daños estructurales o estéticos.
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