Algunos estudios sugieren que trabajar en un entorno confortable y bonito incide positivamente en la productividad y la motivación de los empleados.
Por eso, la elección del suelo de la oficina no es una cuestión menor. Al contrario, el pavimento de nuestro espacio de trabajo, en el que pasaremos gran parte del tiempo, determinará su diseño final, de ahí la importancia de tomar esta decisión de manera meditada.
En este caso, tanto la estética como la funcionalidad son importantes. Así que, antes de exponer los diferentes tipos de suelos para oficinas, te recomendamos que te hagas dos preguntas:
- ¿Qué imagen quieres proyectar?
- ¿Qué uso vas a dar a tu oficina y a cada uno de sus espacios?
En el primer caso, la elección de un tipo de suelo para tu oficina no dependerá solo de tus gustos, sino también de la imagen corporativa de tu marca o de los valores que tu empresa desea transmitir y que pueden identificarse tanto con colores como texturas o patrones.
Respecto a la segunda pregunta, es fácil de responder: debes identificar para qué vas a utilizar cada espacio de la oficina, de manera que puedas saber cuál es la resistencia y durabilidad ideal del suelo.
Igualmente, conviene valorar cuántas personas van a trabajar allí, con qué frecuencia se recibirán visitas, si habrá o no tránsito de mercancías, etc.
5 Requisitos del suelo para oficinas
Los suelos para oficinas deben ser:
- Antideslizantes. Un pavimento antideslizante es clave para evitar resbalones.
- Con alta absorción acústica. Esta cualidad se asocia con la capacidad del suelo para atenuar el ruido de pisadas.
- Resistentes. Esta característica es interesante en todo tipo de oficinas, pero mucho más en aquellas con un tránsito alto y constante de personas.
- Antiestáticos. La recomendación es elegir suelos antiestáticos para absorber la mayor parte de las tensiones electrostáticas de las instalaciones eléctricas.
- Higiénicos. Los suelos para oficinas deben ser fáciles de limpiar y mantener. Se buscan alternativas con un coste de mantenimiento mínimo, más allá de la limpieza diaria.
Los mejores suelos para tu oficina
Desde L’Antic Colonial somos expertos en la fabricación de pavimentos, tanto para viviendas particulares como para negocios, y somos muy conscientes de lo importante que es encontrar un tipo de suelo que se adapte a las necesidades de cada usuario.
En las oficinas, una de las opciones tradicionales eran las losetas de moqueta. Sin embargo, los suelos de moqueta aportan ácaros y polvo al ambiente, así que requieren una limpieza muy específica.
Además, ante la caída de productos químicos o aceites, quitar las manchas en ellos es complicado.
A esto debemos añadir su coste, que suele ser más elevado que el pavimento de tarima flotante o cerámico.
Por eso, creemos que otros tipos de suelos para oficinas pueden ser mucho más beneficiosos.
Suelos laminados
Los suelos laminados son una de las opciones más acertadas para las oficinas por su facilidad de instalación y por su gran capacidad de insonorización.
Este tipo de suelos posibilitan una gran variedad de aspectos, colores y acabados, con imitaciones de madera de pino, roble, adaptándose sin problema a la imagen corporativa de tu empresa.
Los suelos laminados también son ideales si buscas un pavimento con un buen rendimiento que no requiera una limpieza y un mantenimiento demasiado específico, ya que no tendrás que encerarlo o ilustrarlo para que tenga un aspecto cuidado.
Además, este tipo de suelos se pueden colocar sobre cualquier tipo de superficies, incluido la cerámica, lo que facilita futuras reformas.
Suelos de vinilo
Los suelos de vinilo están ganando terreno a otras opciones tanto a nivel doméstico como a nivel industrial por diferentes motivos.
Uno de los más importantes es su durabilidad, al que se suman otras características como su amortiguación, que hace que caminar sobre él sea suave y cómodo por tratarse de un material elástico y flexible.
Desde un punto de vista funcional y/o de mantenimiento, los suelos vinílicos son el revestimiento ideal para las oficinas porque son muy fáciles de limpiar: al estar fabricados con materiales impermeables, solo es necesario usar fregona y un producto limpiasuelos que no contenga abrasivos o disolventes.
En esta misma línea, cabe recordar que los suelos de vinilo impiden la acumulación de ácaros y bacterias, siendo idóneos para todo tipo de zonas de la oficina (despachos, cocina, baño, sala de reuniones, etc.).
Otros tipos de suelo para oficinas: piedra natural y cerámica
Aunque los suelos laminados y los suelos vinílicos son los más recomendados en oficinas con muchos trabajadores, existen otras alternativas, más clásicas, pero que también ofrecen buenos resultados.
Una de ellas es la piedra natural.
Los suelos de piedra natural, como el mármol o el granito, siempre son una opción acertada en los espacios laborales, pues destilan calidad y elegancia. Y aunque quizá no son la mejor decisión para grandes oficinas por su precio o por su mantenimiento, pueden ser una alternativa a valorar en despachos pequeños, donde el tránsito de personas es menos elevado.
La cerámica es el otro tipo de pavimento que no pasa de moda y que puede convertirse en una buena opción para algunas oficinas, siendo más habitual en zonas comunes como pasillos, salas de descanso o salas de reuniones.
En este caso, conviene recordar que el suelo cerámico es ideal para zonas muy frecuentadas gracias a su facilidad de mantenimiento y a su resistencia al desgaste, a los cambios de temperatura y a la humedad.
¿Qué opción te convence más? En L’Antic Colonial contamos con las mejores opciones de suelos para equipar tu oficina con materiales de primera calidad, garantizándote así su durabilidad y el mantenimiento de sus características con el paso del tiempo.
Si tienes dudas sobre qué opción es mejor para tu espacio, puedes contactarnos o acercarte a cualquiera de nuestras tiendas físicas para darte el mejor asesoramiento.
